Tips de skincare para cada tipo de piel
Para saber cuál es la mejor manera de cuidar nuestra piel, los productos ideales para tratarla, y los que se deberían evitar, es necesario conocer cuál es el tipo de piel que tenemos. Con esto en mente, en Ellas hoy queremos traerles la clasificación general de los tipos de piel para que se les haga mucho más fácil identificarla y así poder elegir la mejor rutina de skincare para su día a día. Además, nos sirve de guía para utilizar correctamente los demás productos de belleza, no solo los que van en relación directa con el cuidado facial.
Tipos de piel
Como mencionamos, para poder elegir los productos cosméticos que más nos favorecen a la hora de implementar una rutina de skincare o de maquillarnos, es vital conocer el tipo de piel que tenemos. Uno error común es creer que solo existen dos tipos de piel: la seca o la grasa. Así que atentas a las siguientes clasificaciones y definiciones para que sepan de una vez por todas qué tipo de piel tienen y empiecen a elegir de una manera más inteligente sus productos de belleza.
Piel normal: Su apariencia es por lo general tersa y firme, ya que los poros tienden a no estar abiertos y la producción de sebo o de oleosidad está controlada. Un error usual en quienes poseen este tipo de piel es que, como tienden a ser tan “agradecidas”, las descuidan. La verdad es que debemos tener los mismos cuidados al momento, tanto de alimentarnos como de usar productos de belleza. Además, se debe prestar especial atención a que los productos empleados sean específicamente para este tipo de piel para no llegar a utilizar componentes que, por ejemplo, puedan producir oleosidad por estar diseñados para pieles secas.
Piel Grasa: Su característica más visible es que se tornan brillantes. Por otro lado, la oleosidad que produce ese brillo, hace que tengan una predisposición a granos y espinillas. Con estas características, es común que se cometa el error de pensar que hay que lavarla con mayor regularidad, pero lo cierto es que al secar demasiado los poros, se puede producir el efecto contrario, un efecto rebote, que genera mayor oleosidad y, por lo tanto, sus consecuencias. Lo ideal es contar siempre con productos que no sean comedogénicos, es decir, que no tiendan a obstruir los poros y generar granos.
Piel Seca: Contrario a las pieles grasas, este tipo de pieles se caracterizan por tener los poros muy cerrados, apariencia poco elástica y, en algunos casos, zonas con descamación. La razón es que la piel es incapaz de retener adecuadamente la humedad, además hay falta de oleosidad. Quienes tienen este tipo de pieles, deben asegurarse de tener una alimentación con una ingesta de agua adecuada, así como buena cantidad de frutas, verduras y proteínas, que ayudarán a mantenerla mejor hidratada. Los productos humectantes, que no tengan olores muy fuertes o hechos a base de aceites, serán los mejores aliados. Es importante también cuidar los factores ambientales que pueden empeorar la situación, como los rayos solares y las corrientes de viento.
Piel Mixta: Existen también las pieles mixtas, donde se combinan características de las pieles secas o normales con las grasas. Por lo general, las zonas oleosas son las que se encuentran en la zona T (frente, nariz, y a veces barbilla), y las secas o normales en el resto del rostro. Es vital usar los productos cosméticos adecuados, ya que, de lo contrario, la parte grasa se puede tornar aún más grasosa e igual con la parte seca.
Además de las mencionadas, podemos encontrar otros tipos de pieles a los que también hay que prestarles especial cuidado al momento de escoger el maquillaje o los productos de skincare, veamos:
Piel Sensible: Son pieles que, sin importar si tienden a ser grasas o secas, presentan lesiones, picazón o cualquier tipo de reacción luego de estar expuestas a algún tipo de producto o al mismo medio ambiente. En este tipo de pieles es ideal buscar productos más naturales y probarlos con cuidado y poco a poco para poder monitorizar una posible reacción.
Piel Madura: El paso de los años nos aporta grandes experiencias y momentos inolvidables, pero poco a poco va dejando sus huellas en nuestra piel. Si bien estoy convencida de que hay que llevar dichas marcas con orgullo, no se puede desconocer que con el paso del tiempo las pieles maduras requieren cuidados especiales para mantenerlas nutridas, elásticas y con una apariencia fresca. Productos ricos en colágeno y ácido hialurónico pueden ser grandes aliados.
Además de los cuidados particulares para cada tipo de piel, existen tres tips que son aplicables a todas:
- Alimentación balanceada con adecuada hidratación.
- Limpieza adecuada de accesorios como brochas y esponjas.
- Protector solar.
Recuerden que, en caso de maquillarse, la rutina previa de skincare va a ser vital para que el maquillaje sea duradero, luminoso y con acabado profesional. Una buena rutina de skincare, dependerá de que usemos los productos adecuados para nuestro tipo de piel.
Esta clasificación de tipos de piel se refiere a las características de pieles sanas, es decir, sin ninguna patología dermatológica. En caso de presentarla, el profesional ideal para decirles como deben tratarla es el dermatólogo.
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